Durante las últimas
décadas, un fenómeno se ha convertido en el centro de las discusión acerca
de la supervivencia después de la muerte. Las experiencias cercanas a
la muerte o ECM parecen proveer evidencia de la supervivencia en conjunto
con las comunicaciones mediúmnicas y otros fenómenos relacionados, como
es el caso de las apariciones de personas fallecidas.
El interés en este tema por el público en general y la comunidad científica,
así como por parte de la religión, comenzó con la publicación del libro
Life after Life (Vida después de la Vida) de Raymod Moody,
un psiquiatra nortamericano, en 1975, quien se vio impulsado a estudiar
estas experiencias luego de escuchar la vivencia del Dr. George Ritchie
durante la guerra, a quien dedicó su libro. A partir de esto, cada vez
más investigadores serios han buscado explicaciones al fenómeno, publicándose
variados estudios en revistas especializadas.
Vida después de la Vida se convirtió rápidamente en un bestseller,
y otros médicos y científicos comenzaron su propia investigación, como
el Dr. Kenneth Ring de la Universidad de Connecticut, quien pudo reunir
una gran cantidad de reportes sobre esta experiencias y estableció la
IANSDS (International Association for Near Death Studies) en 1977.
En 1992, el doctor Ring determinó el perfil psicológico de la gente que
pasa por ellas y el grado real de impacto en sus vidas. Mientras tanto,
nuevos investigadores hacían oír su voz. Algunos se mostraban escépticos
y surgieron distintas explicaciones psicológicas y neurológicas. Para
el doctor Ring, sin embargo, el hecho de que se pueda constatar la existencia
de alteraciones neurológicas relacionadas con las imágenes y sensaciones
experimentadas en las ECMs no indica que éstas sean solo un producto de
la imaginación
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De izq. a derecha:
Kenneth Ring, experto en experiencias cercanas a la muerte,
Kubler Ross, Melvin Morse y Raymond Moody.
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Hasta el momento
muchos pacientes han sufrido la llamada "muerte clínica" y tras ser
declarados fallecidos por los médicos han regresado a la vida a los
escasos diez, quince o más minutos. Según los estudios, las experiencias
cercanas a la muerte tienen características similares, independientemente
de la formación cultural, intelectual o económica de los pacientes y son independientes
de la edad. |
Hasta incluso los
niños, que no están todavía condicionados por ninguna idea concreta, y han
sufrido una ECM, relatan los mismos hechos.
A lo largo de una experiencia cercana a la muerte se producen varias fases.
La inmensa mayoría de los que han pasado por este trance describen de manera
similar algunos de los pasos siguientes:
1.- Flotan
sobre su cuerpo físico, observando todo el acontecimiento y perciben
que poseen otro cuerpo. Suelen presenciar su cuerpo inerte en la cama
o quirófano. Escuchan y ven cómo se les declara fallecidos.
2. Se van elevando y atraviesan por un oscuro túnel. A veces
es un movimiento por una escalera o un vacío oscuro, el cual se traviesa
con relativa rapidez y muchas veces con la sensación de estar flotando. |
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3. Aparece
una figura hacia el final del túnel; es hermosa, blanca o transparente,
tiene una cualidad intensamente amorosa. Algunas veces hay paisajes, voces
o música.
4. El testigo se torna espectador, no siente dolor ni molestias,
así que se siente distante de su cuerpo físico. Experimentan una sensación
de paz interior.
5. Parece ser que los padres, y amigos difuntos son quienes vienen
a su encuentro. Se encuentran con familiares o amigos anteriormente fallecidos,
experimentando inmensa alegría. Todos hablan de las tareas que desarrollan
en el mundo espiritual, de la necesidad de continuar estudiando, evolucionando,
trabajando, y de que los lazos familiares no se rompen, más bien al contrario,
se fortalecen
6. Puede ser una presencia o una voz que se identifica según las
creencias religiosas de cada uno: Jesús, un ángel, Buda. En este momento
se establece un diálogo sin palabras con este ser que parece conocer todo
del moribundo. Ese ser divino les muestra los errores y aciertos de la existencia
corporal.
7. Se presenta una revisión global pero integral de lo vivido. Asiste
a la película de su existencia como espectador.
8. Finalmente, el sujeto, se ve delante de un obstáculo, un muro,
una pared o una puerta, y toma conciencia brusca de que su hora todavía
no ha llegado. Aunque suelen encontrarse con una paz y tranquilidad indescriptibles,
comienzan a sentir que deben volver. Así también se lo indican sus acompañantes,
recordándoles que todavía tienen asuntos pendientes por resolver en la vida
y que deben regresar para cumplir con su tarea. La vuelta es normalmente
desagradable. Los testigos pueden volver a la tierra por decisión propia
o por ayuda de terceros y cuando regresan, muchos de ellos se sienten ligados
a una misión urgente que deben realizar en la tierra. Otros experimentan
efectos secundarios que cambian su perspectiva de la vida.
No todas estas fases se presentan en todas las ECM, más bien son categorías
generales que permiten definirla dentro de algunos parámetros, ya que la
mayoría de quienes las han vivido tienen dificultad para dar una descripción.
A pesar de la vana insistencia de quienes se llaman a sí mismos "escépticos"
y de la negativa de parte del estamento médico, ninguna explicación fisiológica,
psicológica, neurológica o farmacológica puede aclarar la totalidad del
desarrollo de los casos.
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