Introduccion a las TCI
¿Quién no ha escuchado
hablar de Psicofonías y Psicoimágenes?. Para aquel que no haya escuchado
hablar de estas técnicas de Transcomunicación a grandes rasgos puedo decir
que sería la forma de recoger y grabar un sonido o una imagen (digamos
del más allá) con aparatos e instrumentos electrónicos como magnetofones
y vídeo cámaras donde el soporte es una cinta magnética a la que posteriormente
filtrada, tratada, amplificada, fragmentada y escuchada o visionada pueden
aparecer elementos reconocibles por los seres humanos que atribuyen a
sonidos de ultratumbas o imágenes de manchas parecidas a rostros humanoides,
extraterrestres, o lo que mejor parezca.
Ni que decir tiene que
estas técnicas son muy sencillas, fácil de obtener magníficos resultados
utilizando un simple magnetofón con un micrófono conectado y retirado del
propio aparato, para evitar grabar los ruidos del propio motor, una cinta
de casete virgen y a ser posible, experimentar en lugares silenciosos. Al
final de una sesión psicofónica se puede tener resultados sorprendentes
en cuanto a lo que ha quedado grabado en dicha cinta magnética. Puede ocurrir
también que no se obtenga ningún resultado durante algunas sesiones y esto
le decepcione y desanime.
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Durante la sesión
hice una exposición de mis conclusiones a dichas imágenes y resultados
por lo que mantuvimos una extensa charla que posteriormente seguimos
en el Real Circulo de Labradores de Sevilla donde se hizo una Mesa
Redonda referida a este mismo tema. Hoy mantengo una estrecha correspondencia
través de Internet con José Antonio y Alfonso intercambiando muchas
impresiones sobre este asunto, la mayoría de las veces contrarias.
Partiendo de la base de mis propias experiencias y experimentos, además
de estudiar detenidamente los magníficos resultados obtenidos y expuestos
por D. Alfonso Galeano en una página Web de Internet y en varias revistas
especializadas, estas Psicoimágenes (con el máximo respeto hacia este
Señor), solo son el resultado de interferencias fotónicas no sincronizadas
captadas por la retroalimentación y el efecto de espejamiento que
se produce al alinear angularmente una videocámara frente a un receptor
de televisión y estos a su vez alimentados por una fuente o foco de
luz externa e incidente sobre la pantalla. (Más adelante lo explico).
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Aunque estos electrodomésticos
anteriormente citados por sus cualidades y características técnicamente
son compatibles entre sí, se comportan de diferente modo en el tratamiento
de imágenes por su desarrollo y tecnología, tengo que reseñar que
los elementos ópticos, circuitos y componentes anexos montados para
captar la sensibilidad luminosa desarrollada en el receptor de una
videocámara, ya sea "saticóm, vidicóm o CCD", son más perceptibles
y sensibles que el propio ojo humano, llegando estos elementos a captar
perfectamente la información luminosa inferior al espectro de lo visible
dentro de la gama del infrarrojo.
La televisión y sus principios están basados en el defecto del sentido
de la vista, el cual no está desarrollado para obtener respuestas
de imágenes lineales o puntuales de luz y color por lo que este reacciona
a la suma de todos estos elementos cromáticos y luminosos juntos.
Posteriormente el cerebro se encargará de modificar y traducir estos
efectos luminosos para que sean coherentes a nosotros mismos.
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Básicamente el comportamiento
electrónico de un receptor de televisión, está diseñado para
la recepción a través de una antena o un emisor directo de una
señal tratada de radio frecuencia, esta una vez defragmentada,
dividida, batida y amplificada, es tratada de forma lineal en
impulsos eléctricos, sincronizados por una información que línea
a línea introduce la propia emisora para que todas las que aparezcan
en nuestros receptores coincidan y tengan en conjunto una coherencia
visual. En el sistema de transmisión PAL. 625 líneas trazadas
horizontalmente, "como si estuviera escribiendo en un cuaderno",
en una consecución de líneas impares para posteriormente entrelazar
las pares, conforman una imagen de 1 segundo de recepción a
una frecuencia de líneas de 15250 hertzios por segundo. A su
vez el sincronismo vertical desarrolla y ejecuta secuencialmente
25 fotogramas a una frecuencia de 50 hertzios para así obtener
el movimiento de una imagen, por ejemplo de una película. Una
sola línea o trazo tiene la duración de 64 microsegundos y una
imagen sería el equivalente a un tren muy largo de 312,5 vagones
que circulara por vías impares con las ventanas iluminadas cada
una con un color o distintas tonalidades de grises según utilice
televisores de color, monocromáticos o sea la película en |
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color o blanco y
negro respectivamente. Este resultado, sumado a las 312,5 líneas pares
restantes sincronizadas y entrelazadas en un espacio tan corto de
tiempo, las interpreta el ojo humano como una escena en movimiento
de una imagen, nunca como paquetes lineales entrelazados de puntos
de luz. A su vez el tiempo desde que reacciona un pixel o punto del
fósforo de la máscara de la pantalla del televisor, hasta que se extingue
es de un tiempo inferior a 64 microsegundos, pero con la reacción
inmediata al siguiente trazado, no da tiempo al ojo ni al cerebro
a detectar ese apagado, ya que reaccionan más lentamente a este estímulo
luminoso.
Desde que en el cátodo
de un Tubo de Rayos Catódicos comienza la emisión de un haz
o chorro de electrones, estos son acelerados, enfocados y desviados
con tal precisión que después de atravesar un campo magnético
de deflexión se dirigen linealmente a puntos concretos en la
máscara de fósforo de la pantalla donde colisiona.
Esta colisión hace que se encienda y reaccione el fósforo obteniendo
así un punto luminoso de una imagen o "PIXEL".
Esta explicación anterior nos hace deducir que cuando obtenemos
una Psicoimagen, por su tratamiento, estamos frenando las fracciones
de imágenes por un espacio de tiempo indefinido, por lo que
el tren al que hacia mención en el apartado anterior lo detenemos
en una vía muerta durante todo el tiempo que nosotros queramos,
observando en todos los vagones (625) cada una de las ventanas
en un espacio de tiempo superior a un segundo y en el cual el
fósforo de la pantalla o pixel reacciona individualmente manteniendo
su estado y en conjunto un mosaico de puntos luminosos traducidos
visualmente como una imagen congelada. |
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Según los experimentos
realizados por D. Alfonso Galeano con las técnicas T.C.I., los elementos
básicos e imprescindibles para obtener unos resultados óptimos de
Psicoimágenes son:
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Tener un receptor
de televisión de 14", a ser posible monocromático o blanco y
negro (mis experiencias han sido con un televisor de 25" en
color), una videocámara con prestaciones casi profesionales
(yo he utilizado una videocámara convencional con las prestaciones
más usuales posibles) y una fuente de luz que puede ser desde
tungsteno o filamentos a las más sofisticadas como ultravioleta
o infrarroja, pasando por lámparas de gas y filamentos de cuarzo
estroboscópicas con la posibilidad de alterar el tiempo cíclico
del pulso de flash (yo solo utilicé dos fuentes distintas de
luz, una lampara de filamentos de tungsteno de 60 watios con
una temperatura de 3200º kelvin a 50 hertzios por segundo y
posteriormente una lampara fluorescente de luz continua de 25
watios y 3600º kelvin con una frecuencia de trabajo de 50 hertzios
por segundo. Reseño la temperatura de color de las fuentes luminosas
utilizadas en grados kelvin porque la máscara de fósforo de
la pantalla del televisor los interpreta y reacciona a dichas
temperaturas de distintas formas). |
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Si utilizamos una
fuente de luz externa e incidente sobre un tubo de rayos catódicos,
los pixels del fósforo de la máscara del TRC reaccionan por
simpatía fotosensible asincronamente como consecuencia de la
excitación provocada por dicho foco. Estos resultados de lectura
dejan de ser sincrónicos y coherentes para el funcionamiento
normal de un receptor de televisión como consecuencia del desequilibrio
entre la fuente de luz, la pantalla y la videocámara. Estas
consecuencias las he podido medir montando un osciloscopio al
circuito detector de vídeo y al circuito separador de audio.
He intentado detectar los impulsos de salva y sincronismos que
están presentes en cualquier transmisión o ejecución de una
imagen electrónica y estas quedan totalmente deformadas e incoherentes,
por lo que deduzco que las imágenes obtenidas son totalmente
arbitrarias y desprovistas de información esencial para poder
obtener a la vez señales de audio y vídeo, ya que no existe
una señal codificada y sincronizada de emisora para poder ser
separada, tratada y ver una imagen u oír algún sonido coherente.
Solo quedan presente fluctuaciones cíclicas a la frecuencia
de la lampara a 50 ciclos por segundo que coinciden en el periodo
positivo con los niveles blanco y durante el nodo negativo con
los de negro (el nodo negativo para entenderlo mejor sería el
que corresponde al nivel cero de tensión, no al más negativo).
Los osciladores internos del televisor y de la videocámara,
ejecutan un sincronismo automático que no coincide con la frecuencia
de trabajo de la fuente luminosa externa que estamos utilizando,
la excitación de los fósforos o pixels adyacentes al punto donde
incide exteriormente la fuente de luz sobre la pantalla del
TRC entran en reacción por simpatía debido a la retroalimentación
o efecto de espejamiento existente entre la videocámara y la
pantalla del televisor, provocando unas manchas luminosas que
crecen exponencialmente hasta saturar los circuitos limitadores
de corriente de haz, al llegar a este punto dichos limitadores
o protectores de pantalla, ejecutan un desvanecimiento automático
de dicha información de intensidad luminosa de corriente de
haz, apagando o reduciendo dicho nivel de intensidad rítmicamente
(fogonazos o flashes) que aparecen en la pantalla para evitar
un aumento peligroso en el consumo de corriente de muy alta
tensión presente en todos los TRC y que alcanzan los 25000 voltios,
con el consiguiente deterioro en circuitos internos del aparato
y del mismo tubo de imagen o TRC. |
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A su vez, la videocámara
reacciona de una forma similar en cuanto a protección como el
televisor para evitar un deterioro irreversible en los receptores
de luz CCD, saticóm, vidicóm y los circuitos implicados, por
lo que sus filtros electrónicos internos frenan los destellos
y fogonazos dejando solo el paso de halos controlados en intensidad
con distintos niveles y desarrollos luminosos. El resultado
es que estas fracciones de luz no reaccionan, igual en brillo,
contraste y saturación en todos los puntos iluminados, dando
así una sensación visual de nubes o brumas luminosas crecientes
o decrecientes que recorren parte de la pantalla del televisor
a la frecuencia de 50 hertzios por segundo, que es como está
fluctuando el foco luminoso externo e incidente en el TRC, aunque
nosotros visualmente no lo detectemos.
Cuando se habla de conseguir una estabilidad luminosa en los
resultados obtenidos en los experimentos de las T.C.I., no es
que estemos controlando el sincronismo activo entre los aparatos,
solo estamos reduciendo el ángulo de incidencia entre el foco
de luz, los reflejos del televisor y la propia recepción de
la videocámara por lo que la cantidad de pixels encuadrados
dentro del campo visual quedan reducidos con el zoom y estos
no son suficientes para poder reaccionar a las fluctuaciones
de la frecuencia de trabajo del foco de luz exterior. Una fluctuación
rítmica de una T.C.I., pasa de claro a oscuro alternativamente,
provocando ondas secuenciales mas o menos lentas y rítmicas,
el oscilograma de la información de vídeo escaneada que aparece
en el osciloscopio es el equivalente a una deteriorada sinusoide
cíclica a ritmo de 50 ciclos, la frecuencia de la corriente
alterna de la cual se alimenta la fuente de luz externa en cuestión. |
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Durante todo este
proceso la videocámara está grabando los resultados de las interferencias
luminosas en un espacio de tiempo que puede detenerse a voluntad
del operador de estos aparatos, las imágenes obtenidas son pasadas
posteriormente fotograma a fotograma por lo que podemos percibir
y recrear cualquier formación que parezca extraña o tenga formas
mas o menos traducibles a lo que estemos buscando por lo que
conseguimos observar detalles con formas faciales, humanoides,
fantasmales, arquitectónicas o las que nuestra imaginación quiera
interpretar dentro de un conjunto de manchas salpicadas claras
y oscuras que llenan toda la pantalla del TRC.
En estas interferencias luminosas se da a menudo que partiendo
de una sombra o punto de luz determinado, haya unas repeticiones
o progresiones fractales, es decir, unas repeticiones matemáticas
y clónicas de elementos luminosos que pueden estar implícitos,
ampliados y a su vez ser un pequeño o gran detalle dentro de
otro, atendiendo según los investigadores de las T.C.I. a las
Constantes de Feigenbaum.
Estas clonaciones luminosas o repeticiones fractales, según
mis propias experiencias son coincidentes y directamente proporcionales
al zoom, (nivel de ampliación), número de lentes que utilice
el objetivo de la cámara y nivel de ángulo que esté utilizando
la videocámara con respecto a la pantalla de televisión.
A modo de ejemplo práctico indico el resultado de hacer una
fotografía o un vídeo donde oblicuamente penetre un punto de
luz reconocible, (por ejemplo el sol), este foco de luz será
repetido, clonado, ampliado o reducido fractalmente atendiendo
a las proporciones anteriormente citadas y reproducidos en los
soportes utilizados en la cámara fotográfica o videocámara.
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¿A quién no le ha
ocurrido este efecto alguna vez en una fotografía o en un vídeo
al atardecer...?, ver una serie de manchas luminosas idénticas
alineadas de una punta a otra de una foto y que a veces por
coincidencia de repetición de la fuente luminosa aparece como
un ojo de gato dentro de otro repetido fractalmente..., yo particularmente
este tipo de imágenes nunca las podré atribuir al MAS ALLA,
sino a efectos ópticos de espejamientos impresos en una instantánea.
"Si pasa una nube por delante de nosotros la grabamos con una
videocámara y posteriormente las visualizamos foto a foto, obtendremos
una serie de imágenes fijas con un volumen y forma que nosotros
podemos interpretar, de igual manera que los dibujos de manchas
de tinta que utilizan los Médicos Psiquiatras, con los cuales
y según nuestro propio estado anímico o psíquico observaremos
e interpretaremos distintos objetos y formas".
No piensen Ustedes que pretendo hacer un tratado de electrónica
aplicada, solo quiero de la forma más simple y sencilla posible
explicar y aclarar los términos de funcionamiento internos de
unos aparatos que hoy todos nosotros manipulamos con extraordinaria
habilidad pero que implican un desconocimiento del producto
porque no nos importa como funcionen internamente, solo queremos
que trabajen en condiciones óptimas y disfrutemos de ellos,
aunque a veces nos juegue la mala pasada de hacernos ver objetos,
manchas, sombras incompresibles de las que podemos jurar y perjurar
que cuando estábamos haciendo la película o fotografía "eso",
no estaba delante de nosotros y nadie de los presentes vieron
físicamente. |
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