![]() |
Religiones | ||||||||
Siguenos | |||||||||
![]() |
Milagros,
la huella de lo sobrenatural |
||||||||
|
El padre Pilón nos aclara la diferencia entre milagro y fenómeno parapsicológico: «El primero se desarrolla en un contexto sobrenatural; en cambio, lo paranormal lo hace en el ámbito de lo natural». Para este conocido investigador, uno de los pocos milagros que no dejan sombra de duda sobre su naturaleza, por lo bien documentado, es el que tuvo lugar en la persona del cojo de Calanda, un muchacho del siglo XVII al que se le amputó una pierna tras un accidente. É1, sin embargo, estaba convencido de que la Virgen del Pilar se la restituiría y «un buen día, su madre se dio cuenta de que por debajo de la manta asomaban dos pies en vez de uno; fue el primer caso de transplante de un miembro a una persona», anade el padre Pilón. |
Ya en 1730, Lambertini, el futuro papa Benedicto XIV, en su obra De Canonizatione, advierte que muchos hechos considerados milagrosos, como la telepatía, la clarividencia o ciertas curaciones, parecen tener su causa más en la mente del hombre que en Dios. Según Lambertini, son candidatos auténticos al milagro algunos sucesos de bilocación, los estigmas, el olor a santidad y otros extranos fenómenos.
La parapsicología parece explicar, en
mayor o menor medida, la mayoría de los milagros acaecidos en vida de
los santos; pero ?qué se puede decir cuando los milagros se producen
en torno al cuerpo de los mismos después de que la vida, y por tanto,
la actividad cerebral, les ha abandonado? Si bien la incorruptibilidad
de los cuerpos resulta un fenómeno extrano e inquietante debe tenerse
en cuenta que se ha dado igualmente en personajes cuya vida no era precisamente
edificante, como en el caso del mujeriego Enrique IV de Francia. Son
los extranos fenómenos que se producen alrededor de dichos cadáveres
los que realmente hacen estremecer nuestras concepciones acerca de la
isla de espacio-tiempo en que vivimos. Tal es el caso del cuerpo del
monje libanés Charbel Makhlouf, al que en vida se atribuía el poder
de detener plagas y epidemias. Tras su muerte, el cuerpo se encontró
intacto y hasta flexible. Después se le enterró en un nicho y, 23 anos
después, un religioso descubrió que el muro rezumaba una serosidad sanguinolenta.
Desenterrado de nuevo, se comprobó que el cadáver continuaba intacto.
El informe médico de 1952 dice: «La delegación médica y científica no
puede dejar de constatar la evidencia de los hechos, su carácter excepcional
y la ausencia de toda intervención humana». Se le volvió a dar sepultura
y cuando fue inhumado de nuevo se vio que el cadáver conservaba su flexibilidad,
flotaba en la extrana serosidad y hasta conservaba su cerebro. La esposa
de uno de los médicos resultó curada de un cáncer y otra persona de
una epilepsia.
?Qué extrana vida anima a esos cuerpos orgánicamente muertos? ?Qué fuerza provoca la instantánea licuefacción, dieciocho veces al ano, de la sangre de san Genaro, en Nápoles? Ramos Perera nos da su propia explicación del fenómeno: «La sangre de san Genaro, como la de san Pantaleón, no es sino una substancia química que contiene esperma de ballena». Se arguye de todas formas que los experimentos con este tipo de soluciones imitan el fenómeno, aunque muy pobremente.
Pero el misterio no acaba aquí. El bloque
de mármol blanco donde fue decapitado san Genaro, a unos 13 kilómetros
de Nápoles, toma un extrano matiz rojo cuando se celebran los oficios
en honor del santo y en algunas ocasiones ha llegado a rezumar gotas
de sangre.
Como vemos, hasta la materia inorgánica es susceptible de protagonizar un milagro. Muchos son los casos de estatuillas de la Virgen que sangran o lloran. Varios testigos pudieron contemplar en 1953, en Siracusa, cómo lloraba una imagen de yeso de unos 45 centímetros en el hogar de los Janusso. Fue lo primero que vio Antonietta Janusso cuando quedó curada repentinamente de una ceguera temporal de posible origen histérico. Análisis, informes médicos y policiales...; para las autoridades religiosas las evidencias eran tales que el suceso fue reconocido como milagro el 18 de septiembre de 1953.
Hay toda una casuística, desde al menos el siglo III, de apariciones de imágenes de Cristo, de la Virgen o de símbolos religiosos en ventanas, muros, manteles de altar y otros lugares insospechados. «Mezcla de azar y de fenómenos ópticos, muchos de estos casos responden a la necesidad de ver que tienen los testigos, cuando no son producto de la mano humana», nos asegura Ramos Perera. Un ejemplo reciente es el de la faz de Holman (Nuevo México), que fue vista por primera vez el 18 de mayo de 1975 en un muro de la iglesia del Inmaculado Corazón de María.
Existen milagros que parecen aferrarse a ciertos lugares, como si de ellos emanara una fuerza colosal o fueran una brecha desde donde se vislumbra directamente lo sobrenatural. ?Qué ocurre en Fátima, en Lourdes o en los múltiples santuarios marianos que impregnan nuestra geografía?
Lourdes es un reguero de peregrinos desde
que una «Dama Blanca» se aparece en una gruta, el 11 de febrero de 1858,
a la pequena Bernadette Soubirous. El 20 de febrero, ante la multitud
y en estado de éxtasis, la nina cava con sus manos y surge un pequeno
reguero de agua que poco a poco se convierte en un auténtico manantial,
del que hoy fluyen 122.000 litros por hora. Los enfermos llegan por
centenares, y también las curaciones: tuberculosis, parálisis, cegueras...,
más de 3.000 sanaciones hasta la fecha que siguen siendo, para muchos,
un enigma médico, pero menos de 70 de las cuales han sido reconocidas
como milagrosas. Pese a todo, Ramos Perera nos insiste en que «el efecto
placebo demuestra que el cuerpo tiene sus propios métodos de sanación
que pueden incrementarse con la fe». Llaman la atención los elementos
comunes en este tipo de apariciones. La Virgen suele manifestarse en
momentos de profunda crisis, ante ninos y en parajes naturales en cuyas
cercanías hay una gruta, una corriente de agua, un árbol o varios de
estos elementos a la vez. El conjunto parece responder a uno de los
arquetipos más poderosos de nuestro inconsciente: la Madre, Senora del
Cielo y de la Tierra, que ha tomado forma en centenares de cultos. Así,
aparecen el agua, símbolo del líquido amniótico, de las emociones y
de la vida primigenia; la cueva, representación del útero de la madre
Tierra; el árbol, eje del mundo que conecta tierra y cielo..., todos
ellos son símbolos vivos, manantiales de energía psíquica que viven
en la mente colectiva de la humanidad al lado del poderoso arquetipo
de la Senora. Para muchos, toda esa potencia psíquica común explota
en tiempos críticos en forma de «sugestión colectiva», como la define
Ramos Perera.
Según algunos científicos, el milagro simplemente no existe; se trata de fraudes o alucinaciones. Otros constatan el hecho y declaran que no pueden explicarlo. Entre los creyentes también hay controversia; para algunos, el milagro existe y es una intervención de la divinidad, que rompe las leyes que ha creado para dejar constancia de su existencia. Otros, sin embargo, niegan que Dios viole las leyes que él mismo ha decretado para su creación. El padre Pilón nos afirmaba al respecto que «el milagro actúa por encima de las leyes naturales, no rompiéndolas, sino superándolas... Sería una contradicción que Dios fuera en contra de su propia creación». Para este parapsicólogo se trata de una fuerza perfectamente natural que aún no hemos sido capaces de comprender. Ramos Perera nos advierte incluso que «en las últimas beatificaciones se están considerando como milagros acontecimientos perfectamente naturales. Así, en el proceso de beatificación de Escribá de Balaguer se presentó como milagro la curación de una úlcera y de un tumor benigno bajo la axila de una monja después de que un familiar rezara al beato: una sanación perfectamente natural». El propio padre Pilón nos recalca: «Hay muy pocos milagros; tenemos que considerar que existen energías que la ciencia, hoy por hoy, desconoce. Lo que ayer se consideraba como tal hoy puede ser interpretado de forma natural». |
Naturales o sobrenaturales, algunos milagros son de una magnitud impresionante.
No creemos que constituyan una violación de las fuerzas físicas; es
más plausible pensar que la realidad, sencillamente, es mucho más amplia
de lo que captan nuestros sentidos. Nuestro universo parece una pequena
isla en un enorme mar de mundos posibles y formas de existencia. Y,
a veces, a las playas de nuestra isla llega una visita inesperada.
![]() Compartir en Facebook |
![]() Compartir en Twitter |
![]() Compartir en Google+ |