Todos hemos padecido el insomnio en algún momento. Este estado
se suele definir como la dificultad para conciliar el sueño, pero
también se refiere al despertar prematuro, sin suficiente descanso
físico ni mental.
Los factores que pueden influir para provocar el insomnio, son muchos
y muy variados. Principalmente podemos dividirlos en factores ambientales
o psicofisiológicos. Si ahondamos más, podemos encontrar
que, psicológicamente, el estrés es uno de los principales
motivos para entorpecer nuestro descanso.
También circunstancias anímicas transitorias, como la depresión
y otros desórdenes emocionales son causas comunes para el insomnio.
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Físicamente, una enfermedad crónica, la bebida de alcohol,
el abuso del cigarrillo y la toma de cualquier otro estimulante, como
el café, más allá de lo conveniente, son contribuyentes
de este estado.
Generalmente suele pensarse que la manera más fácil para
remediar este problema es a través del consumo de fármacos,
pero podemos valernos de otros medios más naturales para lograr
el mismo resultado y, al mismo tiempo, mantener nuestro organismo libre
de drogas.
Entre las muchas medidas que podemos llevar a cabo en nuestra rutina diaria
se encuentran las siguientes:
- Establezca un horario para irse a dormir y cumpla con un horario también
para despertar. De esta manera no sólo acostumbra a su organismo
a una rutina, sino que evita desfases horarios que más tarde o
temprano dificultarán su sueño. |
- No intente dormirse si no tiene sueño. Hay varias cosas que puede
hacer para relajar su cuerpo antes de intentar obligarse a sí mismo
a dormir, lo cual es peor que permanecer despierto un poco más
y aprovechar ese tiempo para lograr la relajación y la calma tanto
física como mental.
- Tome en cuenta las características de la habitación en
que pretende dormir. Evitando la luz, temperaturas excesivas, falta de
aire y cualesquiera otros detalles que puedan interrumpir su descanso.
- Evite aquellas bebidas y sustancias que son estimulantes, por lo menos
poco antes de irse a la cama.
- Tampoco es recomendable intentar dormir inmediatamente después
de haber hecho una comida muy pesada, así como tratar de hacerlo
con hambre o sed.
- No beba mucha agua antes de irse a la cama, de esta forma evitará
despertarse durante el transcurso de la noche con la necesidad de ir al
baño.
Otras medidas también favorables al sueño:
- Tome una infusión caliente de tilo, valeriana o un vaso de leche
caliente.
- Dedique unos minutos a relajarse. Respire pausadamente y relaje sus
músculos, poco a poco se sentirá más calmado y su
cuerpo más dispuesto a dormir, así como su mente a descansar.
- Tome un baño tibio antes de meterse a la cama.
- Evada pensamientos preocupantes, piense que podrá resolver mejor
sus problemas o dudas luego de una buena noche de descanso y tranquilidad.
- Leer un poco o ver algo de televisión, siempre que no sean temáticas
violentas o que le causen desagrado, ayuda a movilizar su mente hacia
otros pensamientos y a relajarse, incentivando la llegada del sueño.
También muchas técnicas de meditación, así
como prácticas alternativas, son un excelente soporte para lograr
la relajación y tener un mayor control de nuestras circunstancias
y de nosotros mismos.
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