Poesías «Canto de Vida»

ADIOSES

(Poema extraído de “Insomnio y duermevelas”, libro de poemas de Mario Benedetti)

Siempre me entristecen los adioses
así fueran de santos o de crápulas
alguna vez yo los abandonaba
otras veces me abandonaban ellos

en pleno corazón tengo un catálogo
de los que allí pasaron una noche
de los que hicieron cola de aburridos
de los que en el amor se conmovieron

las despedidas saben a burbujas
que apenas duran / sólo las usamos
como una desazón efervescente
que emigra con los pájaros que emigran

qué pena / de las manos que he adiestrado
sólo una sabe decir adiós
y me presta su ayuda si me alejo
de tus ojos tus pechos y tus labios.

 

EL VIAJE DEFINITVO

(por Juan Ramón Jiménez)

Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando.
Y se quedará mi huerto con su verde árbol,
y con su pozo blanco.

Todas las tardes el cielo será azul y plácido,
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y lejos del bullicio distinto, sordo, raro
del domingo cerrado,
del coche de las cinco, de las siestas del baño,
en el rincón secreto de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu de hoy errará, nostáljico…

Y yo me iré, y seré otro, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido…
Y se quedarán los pájaros cantando.

 

MI PERRO

(por Victor Suárez)

Mi perro ladra esta noche de luna,

algo le abruma,

por el jardín sube y baja,

baja y sube con su ladrido triste,

en su recorrer me embiste a la noche lúgubre,

aúlla al pie de la ventana

como si el dolor lo martirizara,

pero no le duele nada,

es mi tristeza que descubre

y entonces mi perro, buen amigo,

quiere borrar las penas conmigo,

por eso aúlla, ladra, baja y sube.

 

QUÉ ES LA POESÍA

(por Delfina Acosta)

“ ¿Qué es la poesía? ” suele decir la gente.
He oído preguntar a adolescentes enamorados en cuyas venas se precipitaba el fuego de los pastizales encendidos, a hombres de buena fe, a monjes sentados en la cumbre de la soledad y todavía sedientos de más altura, al científico que decidió tapiar su existencia con cuatro paredes en la búsqueda perfecta de lo que se llama invento, a las religiosas de la Orden del Carmen quienes cubrían el anhelo de caridad del mundo cavando día tras día, en la tierra del patio del claustro, del estado monástico, la fosa que habría de acunar su propio esqueleto.
Y nadie supo responder. Los bosques y las llamas de los bosques y la lluvia y el río lavando la cabellera de las piedras intentaron responder a la pregunta con un ruido como de mar en parto. Como de estrellas cayendo.
“¿Qué es la poesía?” quiso saber de nuevo la gente. Y muchos curiosos se acercaron al poeta, para oír de su boca la revelación, siglo tras siglo escamoteada a su ilusión.
Y hubo un silencio.
Y cayó un alfiler al suelo y fue como si un rayo se desparramara sobre las calles.
Y el poeta siguió callado.
Y fue su silencio – por fin – el ojo de la cerradura por el que entró la luz del sol.

 

UN POEMA PARA UN ÁNGEL

(por FLACOVICH)

Si crees que perdiste el camino. Él te guiará

Si crees que se te cerraron las puertas. Él te abrirá una ventana

Si crees que has caído. Él extenderá su mano para que te levantes.

SI no tienes fuerzas para seguir. Él te dará las fuerzas para seguir adelante.

Si crees que nadie te escucha. Él te escuchará.

Si necesitas palabras de aliento. Él enviará a alguien para que te aliente.

Si perdiste la fe en Él. Abrá alguien pidiendo que la recuperes.

Si te invade la tristeza en tu alma. Él hará lo imposible para que tristeza se vaya.

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