Oraciones por la Familia
ORACION A LA DIVINA PROVIDENCIA
¡Oh divina Providencia!
¡Concédeme tu clemencia
y tu infinita bondad!
Arrodillada a tus plantas a ti caridad portento.
Te pido para los míos casa, vestido y sustento.
Concédeles la salud, llévalos por buen camino.
Que sea siempre la virtud la que los guíe en su destino.
Tú eres toda mi esperanza.
Tú eres el consuelo mío.
En la que mi mente alcanza, en ti creo, en ti espero, y en ti confío.
Tu divina Providencia se extiende a cada momento.
Para que nunca nos falte: casa, vestido y sustento.
ORACIÓN DE AGRADECIMIENTO DESPUÉS DE NACIMIENTO DE UN HIJO
La hora crítica ha pasado:
Tu paternal asistencia, Señor, ha resultado en alegría nuestra ilusionada espera.
Un niño nos ha nacido:
La alegría de tu nacimiento se renueva en nuestro hogar.
¡Gloria a ti, Señor, en los cielos!
y paz para nosotros!
Mientras te damos gracias,
Te consagramos también nuestro hijo:
Tú nos lo has dado;
Lo custodiaremos como tuyo.
Ayúdanos a recibirlo y educarlo como hijo de bendición.
Amén.
ORACION DEL ENFERMO POR SU FAMILIA.
Señor Jesús, amigo mío:
Hoy quiero pedirte por mi familia.
Mi enfermedad ha trastornado todo;
Los veo preocupados a pesar de sus esfuerzos
Por mostrarse serenos tienen que distribuir su tiempo entre
el trabajo y las preocupaciones diarias y mi atención Sufren, me doy cuenta;
A veces, se impacientan; lo comprendo;
Otras, veo que su esperanza decrece.
Señor, ¡te doy gracias por mi familia!
¡Cuántos enfermos no la tienen!
Señor, ¡te pido por mi familia!
Dales fuerza, serenidad, paz y esperanza págales tú, con tu amor,
Todo lo que hacen por mí.
Ojalá yo pueda aparecer ante sus ojos,
Como si fueras tú mismo el enfermo,
El que sufre, el que necesita misericordia.
Señor, ¡te pido por mi familia!
Bendícela, únela, ayúdala a crecer en el amor;
Que te conozcan cada día más
Para que tú inspires sus actos y toda su vida.
Amén.
ORACIÓN POR NUESTRA FAMILIA Y PARIENTES.
Te suplicamos, Jesús, por todos nuestros parientes y seres queridos
y te pedimos estar siempre dispuesto a rogar por ellos.
Condúcelos a la luz de la verdad, consérvalos siempre en esa Verdad,
si por dicha ya la poseen; guárdalos en estado de gracia y concédeles el don de la perseverancia.
Te pedimos por nuestros parientes, padres y Madres;
por nuestros hijos, por cada uno de Ellos;
en particular; por nuestros primos y toda nuestra parentela;
por nuestros amigos Más íntimos;
por nuestros maestros y alumnos;
Por nuestros jefes y patrones, por nuestros Servidores y trabajadores;
por nuestros socios y Compañeros de trabajo; por nuestros vecinos y Por nuestros superiores;
por todos aquellos que Nos quieren bien y por los que no nos quieren;
por Nuestros enemigos; por nuestros competidores y Rivales;
por los que nos insultan y calumnian.
Te pedimos por ellos, no sólo en esta vida, sino También en su muerte,
para que tengan la dicha de morir en gracia de Dios,
para que Dios se Digne reducir el tiempo de su expiación y admitirlos A su presencia.
Amén.
ORACIÓN POR UN HIJO AUSENTE
Nuestro hijo, Señor, es también tuyo;
Está alejado de nosotros,
Pero está contigo
Y tu paternidad nos consuela.
En ti permaneceremos unidos.
Tú ves lo que nosotros no vemos;
Tú puedes lo que nosotros no podemos;
Tu eres amorosamente providente.
Aleja de él todo peligro.
Protégele ahora que está lejos de casa.
Confiamos en ti,
Porque eres el mejor de los padres.
Amén.
ORACION DE LOS PADRES POR UN HIJO PEQUEÑO
Señor Jesús
Que quisiste un día ser también niño,
Protege a nuestro hijo…,
Fruto de nuestro amor,
Fuente de nuestra alegría,
Esperanza de nuestra vida.
Tú que dejabas a los pequeños que se acercaran
A ti cuando estabas en la tierra,
Y los bendecías,
Bendice también al nuestro
Y no permitas que su inocencia sea profanada
Por el mal.
Haz que crezca según tu ejemplo,
En edad, sabiduría y gracia.
Acércanos a su inocencia;
Haz que veamos tu rostro en sus ojos
Y que en él reencontremos nuestra infancia,
Con todas sus promesas.
Que nuestro hijo nos enseñe aser niños también a nosotros,
Para entrar en el reino de los cielos.
Amén.
SAN MARTIN CABALLETO
¡Oh! Glorioso soldado Romano,
que fuiste de Dios conferido a cumplir el don de la caridad.
Por las pruebas más grandes a que fuiste sometido por el Señor,
yo te pido de todo corazón que combatas la miseria de mi casa,
que la caridad de tu Alma me siga por dondequiera que vaya.
Y me de suerte en mis negocios.
¡Oh! San Martín Caballero del Señor fiel Misionero, líbrame de todo mal.
Para que nunca me falte Salud, Trabajo y Sustento.