Cómo rezar la Coronilla de la Divina Misericordia
Jesús en Ti confío
Instrumento de Salvación – Divina Misericordia
La canonización de la Hermana Faustina Kowalska el 30 de abril de 2000 por Juan Pablo II y la institución de la Fiesta de la Divina Misericordia para toda la Iglesia católica pone a la Iglesia en Polonia en una nueva situación.
La elevación a la gloria de los altares de la Hermana Faustina es, al mismo tiempo, una muestra para el mundo del camino hacia Dios y de la devoción a la Divina Misericordia como el modo de rendir culto a Dios.
La Hermana Faustina propone un nuevo modelo de espiritualidad basado en la experiencia del misterio de la misericordia de Dios que tiene a la vez un carácter de pasión y pascua.
La devoción a la Divina Misericordia según Santa Faustina Kowalska
La Mística de Cracovia no deja de proclamar el mensaje de la misericordia que le entregó Jesucristo en las revelaciones privadas, recordando al mundo que Dios es misericordioso y cuyo culmen de esta verdad es la muerte y resurrección de Cristo.
La Apóstol de la Divina Misericordia transmite también las formas concretas de la devoción a la Divina Misericordia como el modo de rendir culto a Dios misericordioso.
En las nuevas formas de devoción transmitidas por Santa Faustina ocupa un lugar central la actitud de confianza, así como el culto rendido a la imagen de Jesús misericordioso, la celebración de la Fiesta de la Misericordia, el rezo de la Coronilla y el cumplimiento de las obras de misericordia
Nuevas formas de devoción
Abordando el tema de las nuevas formas de devoción a la Divina Misericordia en el mensaje transmitido al mundo por la Hermana Santa Faustina Kowalska, tenemos que explicar en primer lugar el mismo concepto de devoción que entraña un significado muy rico en la teología, sobre todo en la liturgia, así como en la espiritualidad.

Devoción
La devoción, entendida como piedad, es una forma de culto mediante la cual el creyente adora a Dios en persona, revelado en plenitud en Jesucristo y dándose a conocer gracias a la actuación del Espíritu Santo.
Comprende la actitud interior de profunda veneración y amor hacia Dios como Creador y Padre misericordioso (donum pietatis), los actos de culto dirigidos hacia Dios provenientes del culto interior y de la actitud hacia el prójimo, todo ello motivado por el amor al prójimo.
Concepto
A la devoción así entendida pertenecen los actos conscientes y las actitudes exteriores cuyo primer y último fin es confesar y rendir culto a Dios en Su total soberanía.
El culto así entendido puede tener un carácter privado y entonces es definido con el concepto de piedad, o bien adopta un aspecto público, reconocido oficialmente por la Iglesia, convirtiéndose en una parte de la liturgia.
La esencia de la devoción a la Divina Misericordia
La condición necesaria para la devoción a la Divina Misericordia en las revelaciones a la Hermana Faustina es la confianza, llamada «recipiente», gracias al cual el hombre obtiene las gracias de la misericordia: «Las gracias de mi misericordia se toman con un solo recipiente y éste es la confianza.
Cuanto más confíe un alma, tanto más recibirá.
Las almas que confían sin límites son Mi gran consuelo, porque en tales almas vierto todos los tesoros de Mis gracias» (Diario 1578). La confianza entraña la actitud del hombre que entrega su destino a Dios, y se une a la fe en Dios y a la experiencia de su bondad.
Ningún acto exterior de la devoción es un pleno culto que se le rinde a Dios si no va acompañado por una total confianza, y tampoco puede aportar las gracias de la Misericordia de Dios.
El sacerdote I. Różycki compara esta condición al acto de arrepentimiento por los pecados, como la condición para recibir la absolución durante el sacramento de la confesión. A la esencia de la devoción, junto a la confianza, pertenece también el amor activo al prójimo, es decir, la práctica del amor hacia el prójimo: «Hija mía, si por medio de ti exijo de los hombres el culto a Mi misericordia, tú debes ser la primera en distinguirte por la confianza en Mi misericordia.
Obras de Misericordia
Exijo de ti obras de misericordia que deben surgir del amor hacia Mí.
Debes mostrar misericordia al prójimo siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte» (Diario 742).
Las obras de misericordia, aseguró Jesucristo a la Hermana Faustina, pueden ser realizadas también mediante la palabra o la oración: «Te doy tres formas de ejercer misericordia al prójimo: la primera – la acción, la segunda – la palabra, la tercera – la oración.
Desde ese momento, ella recitó esta forma de oración casi constantemente, ofreciéndola especialmente a los moribundos.
En posteriores revelaciones, el Señor hizo claro que la Coronilla no era sólo para ella, sino para todo el mundo.
El también atribuyó promesas extraordinarias a su recitación. “Anima a las almas a rezar la Coronilla que te he dado” (Diario, 1541)
“Quienquiera que la rece recibirá gran misericordia a la hora de la muerte” (Diario, 687)
“Cuando recen esta coronilla junto a los moribundos, me pondré ante el Padre y el alma agonizante, no como Juez justo, sino como el Salvador Misericordioso.” (Diario, 1541)
“Los sacerdotes se la recomendarán a los pecadores como la última tabla de salvación.
Hasta el pecador más empedernido, si reza esta coronilla una sola vez, recibirá la gracia de Mi misericordia infinita.” (Diario, 687)
Ante una imagen de Nuestro Señor Jesucristo de la Divina Misericordia, ésta oración puede rezarse dentro de la novena o bien puede rezarse sola. (se usan las cuentas de un Rosario normal)
Oraciones iniciales: en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cómo rezar?
1. Comenzar con un Padre Nuestro, Avemaría, y Credo (de los apóstoles).
Padre Nuestro
-Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdónamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación, y líbranos del mal. Amén. -Dios te salve María llena eres de gracia, el Señor es contigo.
Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Ave María
-Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Credo
-Credo de los apóstoles: Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor.
Fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo y nació de la Virgen Maria. Padeció bajo el poder de Poncio Pilato.
Fue crucificado, muerto y sepultado.Descendió a los infiernos.
Al tercer día resucitó de entre los muertos. Subió a los cielos, y está sentado a la diestra de Dios Padre.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos, y la vida eterna. Amén.
2. Al comenzar cada decena (cuentas grandes del Padre Nuestro) decir: «Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados y los del mundo entero.»
3. En las cuentas pequeñas del Ave María: «Por Su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.»
4. Al finalizar las cinco decenas de la coronilla se repite tres veces: «Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.»
Descarga gratis libro completo con la historia:
https://www.formarse.com.ar/libros/Libros-Cristianos/1747-1676.pdf
Al margen de los conceptos dedicados en la descripción, que desde el vamos son muy validos y certísimos cuando están escritos por profesionales serios y devienen del Magisterio de la Iglesia, sepan queridos/as amigos/as que aquellos/as que se adentren en el insondable abismo de Misericordia de Jesús, mediante la lectura de los escritos de Sor Faustina Kowalska dictados por Jesús y sobretodo recen puntualmente y con todo el corazón la Coronilla a la Divina Misericordia, los llevara a una conversión profunda, a una introspección profunda… y es muy posible, cuando la oración sea perseverante en el tiempo, el mismo Jesucristo los/as llevara a lugares y circunstancias inimaginables en donde se encontraran rezando la Coronilla. Es una realidad que no se puede describir con palabras. Cambiara sus vidas para siempre. Se los aseguro. Ojala estas lineas sean de utilidad para los/as lectores. Esa es la intención. (En Alabanza de Cristo Jesús). Gracias.
Hola Sebastian, muchas gracias por tu amable comentario. Esperamos que disfrutes nuestros contenidos y lo recomiendes a tus amigos. Un abrazo ! Saludos