Efectos de la publicidad en nuestro inconsciente
Vender es una de las claves para mantener la dinámica social en la que estamos inmersos. No es sorprendente que se bombardee continuamente con anuncios que tienen como objetivo fomentarlo. Estos anuncios llenan espacios de televisión, los encontramos en la calle, en el metro y en Internet. Sin embargo, muchas veces no podemos entender los efectos de la publicidad en el inconsciente.
Una de las reglas más sorprendentes que utiliza el marketing es que las personas tienden a comprar sin pensar realmente. En este sentido, la literatura nos dice que muchos de los productos que compramos son el resultado de un impulso. En otras palabras: pocas veces hacemos una elección consciente sobre en qué gastamos nuestro dinero.
Es por esta razón que la mayoría de las empresas colocan el despertar de nuestra parte instintiva, de nuestro deseo, en el centro de su publicidad. En el artículo de hoy hablamos de las técnicas más comunes, para que pueda descubrir los efectos de la publicidad en nuestro inconsciente.
Razón VS emoción: ¿por qué enfocar la publicidad en el inconsciente?
Uno de los descubrimientos más importantes de la psicología social es el modelo de probabilidad de elaboración, con respecto a la persuasión. Según esta teoría, para la cual podemos contar con una gran cantidad de evidencia, las personas pueden ser convencidas de dos maneras. Mientras que uno depende de la racionalidad del mensaje, el otro tiene que ver casi exclusivamente con nuestras emociones.
¿De qué depende la elección de uno u otro camino? Hasta donde sabemos, la elección está determinada por la cantidad de recursos mentales que estamos dispuestos a invertir. Si una persona tiene la capacidad y el deseo de reflexionar sobre algo, será necesario persuadirlos racionalmente. Sin embargo, si esa persona no puede o no quiere pensar, serán sus emociones las que lo dirigirán a la elección.

Al estudiar este modelo, los anunciantes de todo el mundo han descubierto que generalmente no pasamos mucho tiempo pensando en lo que compramos. Si necesitamos una lavadora, por ejemplo, apenas hacemos una lista de los pros y los contras para elegir el mejor modelo. Por el contrario, tendremos una tendencia a elegir el que primero llamó nuestra atención y que parece funcionar relativamente bien.
Precisamente por este motivo, durante décadas, las empresas han decidido centrar su publicidad en el inconsciente. Al lograr despertar ciertas emociones en nosotros, saben que las ventas aumentarán. Esto sucederá, entre otras cosas, independientemente de la calidad real del producto patrocinado.
Los efectos de la publicidad y las formas más populares de vender enfocándose en las emociones
Aunque los consumidores generalmente no se dan cuenta, casi todas las compañías saben que compramos ciertos productos porque nos sentimos apegados a ellos. Como resultado, la mayoría de los anuncios contienen una serie de características comunes destinadas a aprovechar esta realidad. A continuación vemos algunos de los más comunes.
1- Asociar el producto con el bienestar.
¿Alguna vez te has preguntado por qué aparecen personas felices en los anuncios? Como muestran muchos estudios, la respuesta es realmente simple: la felicidad vende más que datos objetivos.
Si deja de pensar en el marketing que lo rodea, encontrará que, en general, se brinda muy poca información sobre el producto anunciado. Cuando vemos un lugar en un automóvil, rara vez hablamos de su potencia, sus características técnicas o la calidad de sus componentes. Por el contrario, se hace hincapié en la experiencia de conducir, en el estado social que nos dará comprarlo o en la felicidad que nos ofrecerá conducirlo.
La próxima vez que vea un anuncio, pregúntese lo siguiente: ¿qué emoción positiva quiere asociar el vendedor con su producto? Si se entera, habrá dado un paso adelante para controlar los efectos de la publicidad en el inconsciente.

2- exclusividad
Uno de los principios más importantes de persuasión. es la escasez. Este principio supone que cuando creemos que un objeto es raro o difícil de encontrar, lo queremos más intensamente. Esto sucede tanto con los objetos como con las personas, con el trabajo o con la experiencia.
Los anunciantes son perfectamente conscientes del poder que tiene la falta de algo en nuestro cerebro. Por esta razón, una de las estrategias de marketing más comunes es vender un producto como si fuera absolutamente exclusivo o que puede ofrecernos ventajas específicas si lo compramos en ciertos días. Por lo tanto, los compradores sienten que han hecho un trato.
Quizás la demostración más clara de la aplicación de este principio es la campaña Think Different de Apple. Esta marca ha logrado posicionar sus productos como exclusivos o alternativos. Por lo tanto, varios millones de personas hoy en día poseen un iPhone o MacBook.
Sin embargo, Apple no es la única compañía que aprovecha esta primavera mental. Desde fabricantes de automóviles hasta marcas de ropa, varios productos aumentan las ventas exponencialmente simplemente afirmando ser exclusivos.
Reflexiones finales sobre los efectos de la publicidad.
Obviamente, los dos principios mencionados no son los únicos efectos del marketing en nuestra mente; son algunos de los mas comunes. Para evitarlos, la única solución es reflexionar sobre nuestras compras de una manera más consciente. Al centrarnos en datos racionales y no en nuestras emociones, podremos gestionar mejor la mayoría de los efectos de la publicidad en el inconsciente.
Nota editorial: en este artículo, con el término «inconsciente» no nos referimos a esa parte de nuestra mente a la que la conciencia no tiene acceso, sino a un contenido al que la conciencia tiene acceso, pero al que no accede (o que descuida ), en un intento de desperdiciar la menor energía posible a la hora de tomar una decisión.