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Enfrentar la ira con los principios budistas

Algunos sentimientos son inevitables para el ser humano. En este artículo, revelaremos una serie de consejos inspirados en el budismo para enfrentar la ira.

Los budistas piensan que lidiar con la ira requiere un entrenamiento preciso. Para hacer esto correctamente, se deben adoptar ciertas actitudes y virtudes que vale la pena desarrollar. Al hacerlo, este sentimiento negativo no causará graves consecuencias ni se convertirá en una fuerza autodestructiva para nosotros y para los demás.

Obviamente, todos se enojan y es normal. El problema es que no siempre sabes cómo lidiar con la ira correctamente, sin lastimar a los demás ni a nosotros mismos. No olvidemos que, a veces, unos pocos minutos de ira pueden cambiar una vida entera.

“La mente lo es todo. Te conviertes en todo aquello en lo que tú piensas»
Buda

En el budismo, la meditación es inherente como una forma de lograr un mayor autocontrol y autoconciencia. Del mismo modo, hay algunos principios que, junto con la meditación, te permitirán enfrentar mejor la ira. En este artículo presentamos siete. ¡No te los pierdas!

Lidiar con la ira a través de los 7 preceptos de Buda

1. Aceptación, un eje para lidiar con la ira.

El budismo hace hincapié en que la mejor manera de comenzar a hacer frente a la ira es aceptar que lamentamos hacerlo. Suena como una verdad evidente, pero muchas personas le dan diferentes nombres a la ira. Intentan suavizarlo o maquillarlo porque sentirlo les da vergüenza.

Ninguna emoción es en sí misma negativa o positiva. Lo negativo o lo positivo depende de cómo manejemos lo que nos sucede y lo que sentimos. Los seres humanos están sujetos a experimentar todo tipo de sentimientos, lo importante es reconocerlos y aceptarlos.

Sentir ira
Sentir ira

2. Ser héroes

Si frente a la ira lo único que sabemos hacer es explotar y desatar nuestros impulsos, significa que todavía estamos demasiado débiles para enfrentarlo. Solo los espíritus fuertes, los héroes, pueden manejarlo y controlarlo por completo. Saben que cualquiera que deje la ira fuera de control tiende a generar nuevos males.

El héroe nunca reacciona, de hecho aprovecha el poder de la paciencia. No se deja llevar por el instinto, pero espera, elige la calma mental para no convertirse en prisionero de sus impulsos. Simplemente, tomemos el tiempo para responder a las situaciones de manera inteligente.

3. Realismo

La ira es una emoción que pone en peligro y amenaza la salud física y mental. No es un aliado, sino al contrario un verdadero enemigo. Sin embargo, a menudo se comete el error de considerarlo positivo, como algo que le permite reafirmar el ego y liberar lo que se siente por dentro. Pero ese no es el caso en absoluto.

No tienes que dejarte llevar por este espejismo. Del mismo modo, es posible que la misma ira te lleve a sobredimensionar la situación. Por eso es importante ser realista, confiar solo en lo que se ve y escucha. ¿La situación es realmente tan grave? ¿La persona que se burló de nosotros lo hizo a propósito? ¿Realmente intentas hacernos daño? Evitar comportamientos destructivos, porque nos alejarán de nuestro objetivo. Que es llegar a una solución.

4. Observación para lidiar con la ira.

La observación de uno mismo es una forma muy útil de lidiar con la ira. Antes de reaccionar, es bueno detenerse por un momento para explorar lo que sucede en nuestro cuerpo. ¿Cómo es nuestra respiración? ¿Por qué están tensos nuestros músculos? ¿Tenemos dolor de estómago?

Del mismo modo, es importante explorar nuestras ideas. En lugar de pensar en la otra persona o en la situación que genera molestias, centrémonos en nosotros mismos. Este ejercicio de observación tiene un gran poder que le permite lidiar con la ira y reducirla.

Lidiar con la ira
Lidiar con la ira

5. Aprende del enemigo

El budismo recomienda cuidar, proteger y preservar la salud del enemigo. Al principio puede parecer contradictorio, pero es una forma compasiva e inteligente de lidiar con la ira. La pregunta que debemos hacernos es: «¿Qué puedo aprender de esa persona, ese objeto o situación que me causa enojo?».

Es importante estar dispuesto a comprometernos. Pensar que ni nosotros somos poseedores de la verdad, ni los demás necesariamente deben estar de acuerdo con nosotros. Tratemos de encontrar la validez de lo que nos crea oposición. Por supuesto, hay algo nuevo, interesante y diferente en el otro también.

6. Tener en cuenta la muerte

Es muy común encontrarse con personas con experiencias cercanas a la muerte que han cambiado su perspectiva de la vida. Ocurre porque estas situaciones muestran que todo termina sin ningún atractivo. Por esta razón, no vale la pena perder el poco tiempo de la existencia.

Una buena idea sería preguntarnos qué tan importante sería una persona o situación si fuera el último día de nuestras vidas. ¿Realmente vale la pena dedicar las horas restantes a esa situación, ese sentimiento o esa persona?

7. Sembrar

Según los budistas y el sentido común, generalmente cosechas lo que siembras. Por lo tanto, somos responsables de nuestros sufrimientos. Si sembramos ira, cosecharemos ira. Si comenzamos un ciclo de violencia, tarde o temprano, terminaremos siendo víctimas directa o indirectamente de ella.

Debemos cuidar nuestra forma de reaccionar, pensar en nuestro bienestar y ser conscientes de las implicaciones que se derivan de ella. Hacer todo esto cuando estás enojado es imposible. Lo más apropiado, por lo tanto, es permitirse un margen para reflexionar.

Todos estos principios del budismo son perfectos para lidiar con la ira. Sobre todo, intentan recordarnos que actuar impulsivamente casi siempre conlleva consecuencias negativas. Es nuestra mente la que debe dirigir nuestras acciones, en cambio evitamos que las acciones condicionen la mente .

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