Lo que debemos aprender de los niños.
Los niños tienen la capacidad de contagiarnos sus ambiciones, sus deseo de vivir, sus alegrías, sus formas de adaptarse fácilmente a los cambios… Son el impulso de vivir, el deseo de conocer y el mejor ejemplo de simplicidad en la vida cotidiana. Tenemos mucho que aprender de los niños.
¡Hay mucho que aprender de ellos, de hecho todos deberíamos volver a ser niños! Por esta razón, hoy compartiremos con ustedes 12 aspectos que todos debemos aprender de los más pequeños.
Eres tan pequeño y me enseñas mucho
“Eres muy pequeña, hija mía, pero me enseñas muchas cosas. Gracias a ti, siento que el mundo es mucho más hermoso, divertido e interesante, y que no es tan complicado como pensaba. Tú eres quien me hace comprender lo importante que es reírse de cualquier tontería.
Sé que tu amor es sincero, sin máscaras, así como tus divertidas palabras, aparentemente sin sentido. pero que en realidad adquieren un significado enorme.
Me enseñas a ver todo a través de tus ojos, transparentes y sinceros, aún no contaminados por los convencionalismos y clichés que la sociedad nos impone.
Contigo, todo es simplemente diferente, nuevo, inesperado, lleno de ilusiones ! Amas sin esperar nada, vives cada momento intensamente como si fuera el último, y todo esto me hace sentir como una persona nueva, viva y renovada.

12 cosas que debemos aprender de los niños
1.Emocionarse
No tengas miedo de emocionarte como los niños frente a un nuevo trabajo, un nuevo amor o nuevas amistades… Emociónate con las pequeñas cosas cotidianas y por cada objetivo que alcances.
La emoción, al igual que la motivación, es el motor que te llevará a hacer realidad tus sueños, nunca lo olvides.
2. No tengas miedo a aquello que es nuevo
Es mejor arrepentirse de lo que se ha hecho que sentir remordimiento por lo que no se ha hecho. Elimina de tu repertorio frases como «¿Qué hubiese pasado si hubiese ido a esa cita con esa persona que tanto me gustaba?», «¿Y si hubiese aceptado ese trabajo que tanto me asustaba?».
La realidad no está hecha por hipótesis, y a veces es necesaria una pequeña dosis de riesgo para avanzar. No te limites, adelante.
3. Diviértete
Si te gustan los niños, deja atrás los prejuicios u opiniones de otras personas. Los pequeños se divierten, ríen y se regocijan en la vida, porque no les importa lo que digan los que les rodean: solo piensan en vivir el momento.
Disfruta cada pequeña cosa , sonríe cada mañana frente al nuevo día y pinta tu rutina diaria con un toque de humor .
4. Sé curioso
Perder la curiosidad es un poco como morir por dentro. Ten curiosidad por aprender cosas nuevas, descubrir lugares que nunca has visto … La curiosidad es lo que contribuye a nuestra plena realización.
5. Sé honesto
A menudo los adultos no somos libres de hablar; sentimos miedo o vergüenza, porque no sabemos si a los demás les gustará lo que decimos, cómo reaccionarán, si se enfadarán.
Por otro lado, si decimos lo que otros querrían escuchar, no nos sentiremos bien con nosotros mismos. Deshazte de esta carga, habla sinceramente … ¡como niños!
Si no somos sinceros, no daremos a otros la oportunidad de conocernos.
6. Disfruta el momento
Se dice «aprovecha los momentos positivos, porque los negativos vienen solos». Vive, disfruta la vida, aprovecha cada momento de ocio.
Muchas veces, cuando una enfermedad llama a nuestra puerta o cuando un ser querido nos deja, nos damos cuenta de muchas cosas. Quizás deberíamos ser más conscientes de que estamos «aquí» solo de pasada.

7 Ama sin motivos
¿Por qué tenemos tanto miedo al amor? Los niños aman sin razón. No piensan que su mascota morirá algún día o que su amor de la infancia como adultos será solo un recuerdo lejano.
No prestes atención al mañana, disfruta hoy. El amor es una de las cosas más bellas que puedes experimentar, ¿por qué te asusta tanto? ¿Tienes miedo al sufrimiento? Todo pasa, incluso el sufrimiento … solo piensa que vale la pena vivir.
8. Adaptarse a los cambios
Cuando se trata de adaptarse a los cambios, los niños son verdaderos maestros. Pueden mudarse de casa, escuela, país, etc ¡pero no pasa nada!
¿Y qué nos puede pasar a los adultos? Los cambios sirven para renovar y enriquecer nuestras vidas.
9. No tengas miedo de caer, te levantarás
¿Alguna vez has visto a un niño caer al suelo sin volver a levantarse? La vida funciona así: nuestra mente es a menudo la única que nos impone límites.
Frases como «No lo haré por miedo a no tener éxito» solo nos anclan en el punto donde estamos sin darnos el empuje correcto para continuar en nuestro camino.
Caer para levantarse, no hay nada de malo!
10. No prestes demasiada atención a los adultos.
Damos demasiada importancia a quienes nos rodean. ¿Es esto lo que realmente quieres?
Escucha a tu corazón, actúa según lo que eres.
11. Pregunta sin miedo y sin vergüenza
¿Qué hay de malo en preguntar? ¿Crees que te ves tonto haciendo una pregunta? Sucede exactamente lo contrario: preguntar muestra nuestra humildad y nuestro deseo de conocimiento.
12. Descansa, no fuerces tu cuerpo
Cuando un niño está cansado, se duerme … muy a menudo, la falta de descanso nos hace caer en un estrés crónico que no nos permite vivir. Respira hondo y tómate el tiempo para recuperar tu fuerza.
Para concluir: ¡vuelve a ser niño y nunca pierdas la esperanza! Como hacerlo ? Siempre teniendo un niño al lado.