Chi, la fuerza vital para los orientales
Chi se define como una fuerza vital que fluye constantemente a través del cuerpo y que, si está obstruida o alterada, puede causar enfermedades. Para los orientales, solo si el cuerpo se mantiene sano, la mente logra evolucionar.
Muchos habrán visto un espectáculo en el que un artista de artes marciales golpea un ladrillo con la mano, rompiéndolo en dos sin lastimarse y esto parece estar más allá de cualquier lógica. La respuesta que los orientales dan a este fenómeno es Chi (o Qi), un concepto taoísta milenario.
Chi es utilizado no solo por artistas de artes marciales, sino también por médicos chinos tradicionales. Se define como un «flujo de energía vital». Una fuerza vital que puede concentrarse, liberarse y dejarse fluir como se desee. En cierto modo, es lo que llamamos energía en Occidente.
Según los orientales, el Chi, o la respiración vital, gobierna todo. El objetivo de varias prácticas orientales como el Tai-Chi, la acupuntura o el reiki es facilitar el flujo de Chi o concentrarlo para un propósito específico.
«Cualquiera que se quede en su centro dura para siempre».
-Lao Tzu-

Chi, la fuerza vital y sus principios
Se cree que en el Este la gente comenzó a hablar de Chi hace unos 4000 años. Desde entonces, se cree que esta fuerza vital circula en nuestro cuerpo a través de una serie de «ríos». En la medicina china, estos ríos se llaman meridianos.
Hace tiempo que se cree que la forma de hacer que Chi fluya consiste en respirar y meditar. Se cree que al respirar adecuadamente, una persona puede sincronizarse con el ritmo del cosmos. Además, a través de la meditación uno puede despertar esta fuerza vital de la calma y el estancamiento y hacer que fluya a través del cuerpo y la mente.
Con el tiempo, los orientales entendieron que había algo más que, además de la respiración y la meditación, podía favorecer el flujo de esta fuerza vital. Identificaron en el movimiento los medios para equilibrar y armonizar Chi.
Pero no se trata de hacer cualquier movimiento, de hecho, hay algunos específicos, que se han agrupado en lo que hoy conocemos como Taijiquan o Chi-Kung.
Los tipos de Chi
Para los orientales, la energía vital reside en diferentes partes del cuerpo, incluida la más remota. Además, también está presente fuera del cuerpo. Ciertamente se concentra en los riñones y es a partir de ahí que hace posible la vida y la salud. Existen varios tipos de energía vital, los principales son:
- Zong Qi. Proviene de la respiración y se considera el combustible que el cuerpo necesita para trabajar. El oxígeno es su motor y afecta el funcionamiento de los músculos, diversos órganos, audición y voz.
- Qi de gusto. Esta energía proviene de la tierra y de todos los procesos llevados a cabo para absorber nutrientes. Este Chi está estrechamente relacionado con la sangre. El sabor de cada alimento define qué órgano se beneficiará de su ingesta: picante / pulmón, ácido / hígado, dulce / bazo, amargo / corazón, salado / riñón.
- Wei Chi Se dice que proviene de la comida Chi, que protege contra infecciones y lubrica la piel y el cabello (aunque no hay evidencia de ello).

La función energética de Qi
Para los orientales, la salud de la mente es inseparable de la del cuerpo. Un desequilibrio de uno de los dos afecta al otro.
Chi fluye para mantener a una persona viva y sana, para restablecer el equilibrio y para evitar el debilitamiento o el deterioro del cuerpo y la mente.
El primer signo de que el Chi no fluye correctamente es la producción excesiva de líquidos: hiperhidrosis u orina. Desde este punto de vista, se cree que la enfermedad es un signo de un flujo incorrecto de esta fuerza vital.
Es posible reequilibrarlo a través de la meditación, la respiración, la presión de algunas partes del cuerpo (a través de la acupuntura o el masaje) y la práctica del Tai-Chi.
El flujo de energía vital también depende de la dimensión espiritual de cada uno de nosotros. Desde un punto de vista emocional, antes que nada debemos tratar de entrar en un estado de calma.
Calmar la mente es una forma de restablecer el equilibrio energético. Si desea que su cuerpo esté sano, no debería ser un obstáculo para la mente. De esta manera, la mente puede ser libre para evolucionar.
Algunas prácticas le permiten enfocar Chi en un área específica del cuerpo. Por ejemplo, en las artes marciales se trata de concentrarlo principalmente en manos, brazos y piernas. Esto, según los orientales, permite a una persona aparentemente débil romper un ladrillo o saltar muy alto desafiando la gravedad.