El amor sin planes, ¿tendrá futuro?

Dr. Rafael Ramos

Mi relación funciona hoy, pero no hay proyecto para mañana

El amor sin planes, ¿tendrá futuro?

En la adolescencia yo entiendo que una relación funcione hoy, es un concepto de amor diferente, está orientado a estar juntos, pasarla muy bien en esa etapa de la vida. Las relaciones a esa edad están destinadas a terminar, porque son de entrenamiento y crecimiento personal, son un momento mágico en la vida.

En la vida adulta, una relación tiene y debe estar orientada al establecimiento de un proyecto de vida, pues en la adultez se supone que somos conscientes de muchas cosas, algunas de las cuales son:

El tiempo. Este no detiene su curso minuto a minuto. ¿Cómo se nos va? Es nuestra responsabilidad, por tanto en una relación es necesario pasar un poco más allá del buen sentir, empezar a cuestionarnos cómo queremos vivir, pues el tiempo no se le regala a quien no valora hoy todo lo que sos como persona.

  • Los planes en la vida adulta: Estar con alguien no solo es un tema de amor, sino que tiene que ser para el crecimiento personal. Esto obliga a preguntar y responder cómo queremos que sea nuestro proyecto de vida. Si la respuesta es confusa y poco clara, esto ya es un indicador de que quizá no estemos con la persona correcta.
  • Las finanzas en la vida adulta: El amor tiene que tener soporte financiero, porque es lo que permite soñar, darle cuerpo las metas e ilusiones, incluso fundamenta los objetivos comunes de crecimiento. Si no hay planes financieros que le den forma a la vida en pareja, ¿de qué sirve ese amor?
  • El afecto y la atracción en la vida adulta: Vamos un poco más allá del sentir bonito, del que la otra persona te guste. A esto hay que asociarle elementos tales como apoyo, solidaridad, compromiso y permanencia para darle sentido a lo que estamos viviendo y sintiendo, pues la atracción y el gusto, por sí solos, no alcanzan para sostener una elección de pareja a lo largo de la vida.
  • Proyecciones personales: un fundamento importantísimo de toda relación adulta. Es vital que la persona con la que vos estés tenga una buena tendencia al crecimiento personal, a la búsqueda de la mejora, que nos permita madurar y modificar todo aquello que a la larga podría crear inestabilidad afectiva en una relación, de lo contrario podría ser que alguno de los dos tenga que llevar sobre la espalda al otro, es decir, la relación deja de ser una cosa de dos.

Cuando en la vida adulta una persona dice amarte, pero su concepto de amor es superficial, sin proyección ni planificación, esto no concuerda con las obligaciones de la etapa de vida en la que estás. Los planes, en la vida adulta, son la esencia del amor.

  • El amor sin metas es un absurdo. El amor inestable, que hoy aparece y mañana desaparece, no es propio de una persona madura que sepa amar, porque un adulto tiene que saber decir sí o no y, desde ahí, tomar decisiones.
  • El amor que nos hace crecer es aquel que tiene la capacidad de darnos seguridad y confianza, entonces podemos proyectarnos a un año, a cinco o a diez, incluso para toda la vida, porque estamos trazando un camino en conjunto.
  • El amor que piensa solo en la fiesta, en el momento, es un amor de adolescencia, no de adultez.

Uno de los elementos que crean mayores conflictos en las relaciones adultas es la ausencia de planes, pues esta puede leerse como una incapacidad para comprometerse a soñar, desear y pensarse a largo plazo.

Los amores de un día, que son como un fósforo que se enciende y se consume en segundos, solo crean pequeños momentos de satisfacción, el amor adulto requiere construir historias, no momentos.

Los amores que te hacen caminar sobre las arenas movedizas del:

  • No sé.
  • Dame tiempo. Yo te amo, pero es que hay algo en mí.
  • Yo te amo, pero no sos vos, soy yo.
  • Tengo que encontrarme a mí mismo.
  • Yo por vos cruzaría los océanos, es solo que ahorita no puedo.
  • Yo me veo a tu lado, pero primero están mis prioridades.
  • Yo quiero vivir siempre contigo, el problema es que siento que me quitás espacio y tiempo para mis cosas.

Un amor sin proyectos, es un amor sin sentido.

Si la propuesta de amor que vos vivís tiene estas características o algunas similares, es afecto, claro, hay sentimientos, ilusiones y sueños, pero no hay metas, no hay objetivos, no hay estrategias, porque el amor maduro planifica, delimita, decide, ejecuta en el hoy para prevalecer mañana, de lo contrario es un amor absurdo, cuyo contenido no es razonable.

Entonces podrías preguntarte: si tu pareja no tiene planes y no sabe qué quiere, ¿tenés que seguir ahí?

  • La decisión es completamente tuya, pero si vos querés un amor de ratitos, solo basta con sentirse bien.
  • Si querés un proyecto de vida, es necesario que la persona sepa qué quiere de la relación, hacia dónde va, qué decisiones está dispuesto a tomar, a qué se compromete en el día a día de la relación.

Si esto no se da, pensar sea a corto, mediano o largo plazo podría ser un sueño que tarde o temprano creará un gran dolor, así como una enorme pérdida de tiempo.

La vida hay que tomarla con serenidad, pero no con pasividad.

El amor adulto planifica, requiere compromisos sanos que se traduzcan en proyectos concretos que se realicen en cada etapa, en cada momento de la historia de una relación, porque si no se hacen las cosas, soñar no tiene sentido

Espero que esta reflexión sea una semillita para analizar la forma y el estilo de tus relaciones. Dejame tu comentario y espero que podás compartir esta información con tus amigos y conocidos.

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