Cambiar los pensamientos

Cambia el destino simplemente cambiando los pensamientos.

Aunque cambiar la realidad que nos rodea a menudo resulta imposible, podemos cambiar los pensamientos para enfrentar las situaciones de manera diferente. Los pensamientos son la sustancia que da calidad a nuestra vida.

A menudo nos dicen: “si quieres mejorar tu vida, tienes que empezar a pensar de otra manera”. Pero, ¿cómo se hace? ¿Qué alquimia mental puede ayudarnos a cambiar los pensamientos? No es nada fácil. Nuestro cerebro no es como una habitación que podamos vaciar durante la noche y llenar con muebles nuevos.

Cambia tu pensamiento y cambia tu destino

Si cambias tu pensamiento, cambias tu destino.

Existe una íntima relación entre nuestro pensamiento y lo que nos pasa, o lo que es lo mismo entre nuestra mente y nuestro destino. Porque si te das cuenta de cómo piensas, de cómo construyes tu diálogo interno, podrás utilizarlo aprendiendo a utilizar una manera de contarte las cosas que te ayude a avanzar.

Por ejemplo no juzgándote, no culpabilizándote, adquiriendo objetividad y aceptación, dos de las bases en las que se asienta una vida más provechosa y feliz.

A ninguno se nos escapa la importancia de tener una mente poderosa ¿somos conscientes de que todos podemos tenerla? deberíamos serlo porque según trabajes tu mente cambia tu destino.

Ahora bien ¿Cuánto de fuerte es?, y la gran pregunta ¿Cómo podemos fortalecerla? pues siendo conscientes de ella y entrenándola, como haríamos con cualquier parte de nuestro cuerpo. Cambiando creencias limitadoras por impulsoras. 

Nuestro universo psicológico es tremendamente resistente. Cuando nos instan a «convertir nuestros pensamientos negativos en positivos», sabemos que no es posible en cuestión de minutos. 

Los patrones mentales son profundos, rígidos y poco conducidos a una transformación espontánea, tanto como nos gustaría. Para poder cambiar los pensamientos, necesitamos poner en marcha un trabajo intenso y delicado, convertirnos en los artesanos de nuestra mente y cambiar nuestro enfoque mental.

Por otro lado, no debemos olvidar que los pensamientos, por sí mismos, no tienen poder sobre nuestra persona. No son más que experiencias fugaces que van y vienen. Somos los que tendemos a dar más peso a unos pensamientos que a otros, cayendo en una red de ansiedades psicológicas que fácilmente conducen a la depresión.

Pensar bien significa vivir bien

Para hacer esto, debemos apuntar a un cambio radical en nuestra realidad inmediata. Cambia tu forma de pensar para finalmente lograr el bienestar. Averigüemos cómo.

Pensar bien, significa vivir bien
Pensar bien, significa vivir bien

Cómo cambiar los pensamientos

En 1920, Frederic Charles Bartlett, profesor de psicología experimental en la Universidad de Cambridge, habló por primera vez sobre esquemas mentales. Se centró sobre todo en un aspecto que sería decisivo para la terapia: el pensamiento y la memoria se pueden reconstruir.  
Bartlett formó parte de lo que más tarde se denominó «revolución cognitiva», un enfoque psicológico que se centró en los procesos mentales de la persona.

Esto sentó las bases para el desarrollo de técnicas decisivas como la reestructuración cognitiva que identifica pensamientos negativos e irracionales (distorsiones cognitivas) y luego los aborda. 

Una herramienta para sustituir las creencias que provocan sufrimiento por otras más racionales, orientadas a explotar todo nuestro potencial.

Como se indicó al principio, este viaje de transformación no es fácil. 
No podemos cambiar nuestros pensamientos de un momento a otro. 

La mente humana es obstinada, no es fácil convencerla de que interprete los acontecimientos de manera diferente de repente, de mirar solo el lado positivo de la vida, dejando de lado las preocupaciones y el pesimismo.

Pero tampoco podemos olvidar un dato importante: las emociones y los pensamientos siempre van de la mano, se alimentan entre sí. No es fácil decirle a la mente que “enfrente la vida de otra manera y busque nuevas soluciones” si estamos atrapados por el miedo, la angustia o la tristeza. ¿Qué podemos hacer en estos casos?

Aprende a pensar mejor para vivir la vida que te mereces.
Aprende a pensar mejor para vivir la vida que te mereces.

Cambia tus pensamientos para cambiar tu destino

El último paso es el más decisivo y también el más emocionante. De ella liberamos compromiso y responsabilidad hacia nosotros mismos. Después de todo, cambiar tu forma de pensar requiere una confrontación directa contigo mismo para descubrir por qué nos hemos saboteado durante tanto tiempo.

Se trata de tomar conciencia de que desde hace algún tiempo alimentamos pensamientos que minan nuestra autoestima, creando límites a las oportunidades que nos habrían hecho un poco más felices. Pero no te preocupes, siempre hay tiempo para cambiar de rumbo.

El último paso en esta complicada tarea es reformular las viejas ideas dañinas con otras más optimistas, realistas y útiles. Se trata de desinfectar la negatividad para dar paso a la esperanza. 
Cambia de enfoque para descubrir de repente que al cambiar los pensamientos, el mundo que nos rodea cambia y nosotros con él.

Nos sentiremos más libres, con más confianza para tomar mejores y nuevas decisiones. No pierdas más tiempo: aprende a pensar mejor para vivir la vida que te mereces.

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